La reina de los condenados, una película notable con una banda de sonido aun mejor, la vi hace un par de años, e incluso la habia olvidado, hasta que hurgando en el computador de mi prima me encontre con la joya que es la cancion del dia, (abajo a la derecha), la película trata de Lestat, un vampiro que desea ser reconocido y no ocultarse, y se vuelve famoso como cantante (repito, la banda sonora es excelente), pero el tema tiene mas bien que ver con con la ultima palabra del titulo de la pelicula: condenados, personalmente creo que todos estamos condenados, y no lo digo con un sentido religioso ni mistico, no hablo de estar forzados a pasar la eternidad en el infierno, no creo en ello, sino mas bien de que mientras estamos vivos, estamos condenados a sufrir, pero tambien a gozar, y he ahí el porqué no creo en el infierno, pues el mundo real, concreto, tangible, aquel en que nos desarrollamos dia a dia, es potencialmente tanto el mas adorable paraíso, como el mas detestable de los infiernos, y que por esta razon, asi como es inevitable vivir momentos maravillosos, es tambien inevitable experimentar grandes sufrimientos, deberiamos estar habituados, pero no lo estamos, al menos yo no lo estoy, siento que todo lo que hago o que hacen quienes me rodean, afecta negativamente mi estado de animo, ya se que escribi antes una “teoria” acerca de porque se notan mas las cosas malas que las buenas, pero eso no quita el hecho de que no me siento bien como estoy, me siento casi como el protagonista de exterminio (28 Days later), como si caminara solo en medio de un paisaje apocaliptico sin nadie ni nada a mi alrededor que pueda ayudarme a salir, a sobrevivir, como si estuviese condenado a pasar hasta el ultimo dia resistiendo los ataques, mientras espero que algo cambie y que alguien llegue a rescatarme de aquel caos que es mi cabeza, sobre todo ahora.
